martes, 29 de enero de 2008

la atracción del abismo, vol.2



Lo prometido es deuda. Aquí tenemos a Chuck Norris aboliendo la existencia del maloso Rostov en Invasión USA, probablemente la única película realmente imprescindible de tío Chuck (que jamás llegará a la altura de Charles Bronson). Remarquemos que realmente es el final de la película, no hay epilogo romántico ni polleces por el estilo. Tras el orgasmo, los créditos. Como en un buen porno (la comparación se la he robado a Victor, con quien vi el film en una memorable tarde macarra en Sitges).

Quizás hubiera merecido la pena poner también la campaña electoral en la que participa actualmente (lo del "Chuck Norris Approved"), en plan esbirro de supervillano, pero es que eso ya lo deben haber visto en otros blogs de wankers del mundo entero. En todo caso, es un hecho que resulta interesante por llevar al plano real la broma aquella de internet que se puso de moda hará cosa de dos años (ya saben, "Chuck Norris da una patada al cáncer y lo cura", etc., etc.). La epifanía, de nuevo, la tuvo Victor. Respect.

lunes, 28 de enero de 2008

la atracción del abismo, vol.1



Dios me libre de convertir esto en un piojoso blog de frikihumor para amas de casa modelnas. Pero es que no lo he podido resistir. Un motivo como cualquier otro para odiar Star Trek, sí, pero mentiría si no dijera que me resulta un tanto hipnótico.

Y como quien no quiere la cosa, inauguramos otra etiqueta de nulo interés, dedicada a glosar todas aquellas cosas terribles que, sin embargo, me fascinan y me provocan una sensación similar a la de ver venir el tren pero ser incapaz de salir de la vía (no confundir con aquello de "es tan malo que es bueno").

Qué friki. A que mañana pongo algo de Chuck Norris y todo.

domingo, 20 de enero de 2008

random jukebox, vol.5


Xiu Xiu - Pox

De todas las bandas surgidas en los últimos años quizás sea Xiu Xiu la que más me obsesiona y a la que más cariño he cogido. No resulta difícil: se trata de un grupo todavía pequeño, de los que notas que aprecian realmente que se valore lo que hacen (su cantante, Jamie Stewart, parecía realmente emocionado cuando le dije que su música era lo más hermoso que había escuchado en mucho tiempo), y su universo de psicofonias, silencios aterradores y ruido abrasivo enmarca unas historias de pornografía física y emocional (en muchas canciones aparecen nombres y situaciones reales). O sea, todas esas cosas que gustan a los que, como yo, tenemos animia de cariño. Puede provocar repulsión escuchar estas canciones de reproches, lesiones y niños que se despiertan con los calzoncillos manchados de sangre, pero una vez entras, es muy difícil salir.

Este vídeo, por cierto, me hace pensar en las Barbies con trastornos alimentarios de aquel viejo corto de Todd Haynes. Que lo disfruten ustedes.

Jesus is wondering if even He can love you


miércoles, 16 de enero de 2008

eunuco...no tiene femenino

"eunuco" según la RAE, es un hombre castrado, poco viril o afeminado, para Gerard, mi compañero de blog, es un fan de sigur ros. dicho esto, yo ahora te pregunto, compañero mio, si soy fan de sigur ros y no soy un tio... ¿con que adjetivo me definirias?
No es una critica, ni tan siquiera me lo he tomado como una ofensa, más bien me he divertido leyendo como "nos" describes, a nosotros fans de sigur ros.
Estoy contigo, en eso de que no es la mejor música para poner mientras se lleva a cabo algún trabajo, requiera este el esfuerzo que requiera, pero, porque no le das la vuelta, hoy 16 de enero, fuera, un día bastante frío, una mañana de cielo encapotado, de viento huracanado, dentro del fnac, gente, no mucha, miradas vacías, caras inexpresivas, calor de calefacción central, calidez tonal alrededor... suaves melodías en el hilo musical... tranquilidad interior...

no pretendo debatirte nada, para mi sigur ros es el grupo cabecera de la bso mi vida, en sus discos encuentro temas que me reconfortan sienta lo que sienta dentro mio. Considero las ocasiones que los he podido ver en directo, como los mejores conciertos a los que he asistido, con su música en directo he rozado la calma y la euforia total en su mayor grado, he llorado hasta el no poder llorar más y he sonreído y gritado hasta quedarme sin voz.

si alguien opina que es música para un matadero de pollos de Islandia o para ejercer una nueva tortura...cada uno tiene una opinión y esta es la mía... pero quiero saber con que adjetivo me denominas!! :)
te abrazaré igual!! ^^
como puedes comprobar sigo encallada :(


lunes, 14 de enero de 2008

muzak para eunucos

Hoy vengo a contarles otro caso de traumatologia laboral, pero de distinta índole que las de la semana pasada (aunque no por ello menos doloroso). El menda se las prometía muy felices al ver como, una vez pasadas las fiestas, el hilo musical de mi trabajo mejoraba sensiblemente y, en lugar del espantoso directo que han sacado los Héroes del Silencio para colocar bajo el árbol navideño de sus incautos seguidores, sonaban cosas de Wilco, Elvis Costello o Jayhawks. O sea, rock de ley. Pero la alegría no ha durado demasiado. Sabía que el hecho de que el sábado viniese una elfa (o sea, literalmente, una elfa) a pasearse por allí no podía significar nada bueno (se compró El Señor de los Anillos, por si alguien tenía alguna duda al respecto).

Efectivamente, hoy por poco se me corta el café al comprobar como mis compañeros de la sección de música han tenido la ocurrencia de poner un disco de Sigur Rós, que para quien no los conozca son unos islandeses muy finos y muy sensibles que hacen una música supuestamente "bonita" que a mí, sin embargo, me provoca una notable irritación cutánea y auditiva. De entre sus discos, a cual peor, han escogido el último Hvarf-Heim, algo así como una colección de tomas acústicas o en directo de temas previamente publicados. Y ahí se ha producido la revelación: Despojada de esos puntuales arrebatos eléctricos que hacen mear de risa a los miembros de Mogwai, su música se revela como el perfecto muzak del siglo XXI, el hilo musical de una consulta dental para replicantes. Ya lo anunció Jordi Costa hace unos cuantos años, cuando el virus no se había extendido tanto: Sigur Rós son "el fondo sonoro ideal para una incubadora de pollos en Islandia".

Todo ello no tendría ninguna importancia (hay muchos grupos a los que odio cordialmente) si no fuera por las exaltadas reacciones que provocan en el entorno en que, por suerte o por desgracia, me muevo. Si en una conversación cualquiera comento educadamente que a mí estos chavales me parecen una basura élfica de inmediato se produce un silencio a mi alrededor y los presentes ponen la misma cara que los pellejudos cuando se les hacía alguna pregunta que no podían asimilar. A mí, sinceramente, lo que les guste a los demás me importa medio huevo, porque ya tengo
bastantes cosas de las que preocuparme, pero sí me sorprende esta actitud condenatoria ante una disidencia tan inofensiva y, de hecho, intrascendente. Por lo que he ido observando, cuestionar a Sigur Rós supone, también, poner en
entredicho la misma concepción que tiene uno de la belleza, y eso puede llegar a doler. Por eso da igual lo que diga de ellos, la batalla ya la han ganado ellos. Por mucho veneno que meta, jamás podré batir las emociones que producen en otros. Esto es, como todo en mi vida, la crónica de un fracaso. Y quizás sea precisamente eso lo que me jode tanto. O quizás es que soy un rancio y no me entero de la película.

En cualquier caso, tras la maratoniana sesión de petimetres sinfónicos a la que he sido sometido tenía la sensación de haber sido embadurnado con tal cantidad de falsa pureza que nada más llegar a casa me he precipitado sobre mi colección de discos y he puesto el Occupational Hazard de Unsane, porque necesitaba una buena hostia, un golpe de música real y doliente. Y no, no es que tenga ningún problema con lo etéreo, pero es que para eso creo que más vale recurrir a This Mortal Coil, a los Cocteau Twins o, para no caer en ejemplos tan obvios, en la ensoñación electrónica de Lawrence.

En fin, que ustedes los disfruten si pueden, yo la verdad es que preferiría que me arrancasen las uñas y luego me echasen ácido sobre la carne viva. Eso al menos me provocaría alguna emoción.

sábado, 12 de enero de 2008

mi enfermedad


LCD Soundsystem - Losing My Edge

No quería convertir esto en un confesionario, pero a veces hay que hacer ciertas cosas. Ya no tiene sentido negarlo por más tiempo: soy un adicto, un yonki de mierda, un despojo. Mi mente se nubla ante la visión del objeto de mi deseo, lo único que hoy por hoy me hace sentir vivo. Empezó como algo inofensivo, un juego, un coqueteo con el lado salvaje. Una dosis de vez en cuando era suficiente. Pero pronto fue a peor: no sólo necesitaba más dosis, sino que además me iba rodeando de gente en una situación tan o más grave que la mía. Incluso, y lloro mientras escribo esto, enganché a amigos que tenían vidas sencillas y felices. Y ahora ya no hay vuelta atrás: La necesito para llevar a cabo todas las actividades de mi rutina diaria. Necesito entrar en una tienda de discos varias veces a la semana y llevarme lo más ignoto que encuentre. Estos últimos días han caído, sin ton ni son, discos de Brigitte Fontaine, Xiu Xiu, Bernard Butler, Sleater-Kinney, Indecision, Mina, Ekkehard Ehlers, Mastodon o Get Him Eat Him, y tengo los ojos puestos en conciertos de Michael Gira, Marc Almond, Einstürzende Neubauten, Fennesz, The Rumble Strips, Joe Bataan, Efterklang, Emma Pollock, Julee Cruise, Ola Podrida...

Ya me da igual todo, no hay criterio, no hay filtro: una cubierta atractiva, un título sugerente o la reputación del sello que lo edite son motivos más que suficientes para hacerme pasar por caja. Y si logro resistirme y no lo hago luego tengo pesadillas con el dichoso disco, creo ver una premonición, siento mi destino unido al suyo, y vuelvo corriendo a la tienda llorando y rezando porque nadie se lo haya llevado. Así de bajo he caído. Ya no tengo relaciones. Me enamoro cada noche de una canción distinta, la desnudo, la exprimo, me pierdo en ella, le sorbo la sangre y cada vez prometo que será la última, que no me hace falta, que puedo estar mejor. Pero cuando el sol se pone, vuelvo a tener sed. Si todavía estáis a tiempo huid, huid de la música y de mí, porque ya no soy una persona. No, ya no.

The Sonics, The Sonics, The Sonics...

jueves, 10 de enero de 2008

little fury films, vol.2


Ahora que la filmoteca de Barcelona le ha dedicado una retrospectiva completa, parece un buen momento para recuperar la que quizás sea la pieza más hermosa que Godard nos ha regalado en los últimos tiempos (y eso es decir mucho). L'Origine du XXI ème siecle es casi un apendice de sus mastodónticas Histoire(s) du Cinéma, y comparte con ellas el hecho de demostrar que puede existir un cine que piensa (y se piensa) y seguir siendo terriblemente lírico. Otra cosa es que el director suizo-francés sea (casi) el único que lo consiga.

lunes, 7 de enero de 2008

instantáneas de mal rollo

Esto ha ocurrido durante el día de hoy en mi jornada laboral:

1.Colocando un cartel de las presentes rebajas en un marco de cristal me he hecho un profundo corte en un dedo de la mano derecha. No me he percatado hasta ver que el cristal y el anuncio empezaban a teñirse lentamente de rojo con mi sangre. Podría ser una alegoría, pero no sé de qué. O, mejor dicho, prefiero no saberlo.

2.A un cliente le ha sonado el móvil mientras me preguntaba por algo tan anodino como es la saga de Piratas del Caribe. Contesta, habla informalmente durante unos segundos y formula esta pregunta: "¿le han cortado ya el brazo?". Lo pronuncia con el mismo tono neutro con el que me hablaba de las andanzas de Jack Sparrow. A mí se me hiela la sonrisa cortés y paciente de buen vendedor. Él asiente y cuelga el teléfono. Aparentemente no ha ocurrido nada, pero en un segundo se ha filtrado en el ambiente una historia triste y dolorosa. Justo en ese momento mi dedo ha vuelto a escupir sangre.

domingo, 6 de enero de 2008

unhappy birthday


The Birthday Party - Nick the Stripper

No hemos venido aquí a hacer amigos.